.JPG)
Se sentía el escudo de lo que alguna vez había sido una mujer débil e indefensa. Se sentía completamente dueño de cada rincón de su cuerpo y alma. No podía siquiera imaginarla besando a otro, la simple idea le parecía estúpida ¿por que buscaría en otros lo que tiene en casa? En algunas ocasiones sus celos le impedían pensar claramente, quizás por inseguridad, quizás por demencia. Veía señales de infidelidad en cada momento. No podía soportarlo, ¿como podría cambiar a una persona que tiene todo para ofrecer por una simple aventura? Era insoportable la idea de que su posesión, su más valiosa posesión se estuviera yendo. No podía tolerarlo. Conversaciones secretas, llamadas, mentiras. No era posible, que otro hombre disfrutara de SU tesoro. Tenía que ser todo una mala broma de su inconsciente ¿Quien podría ser tan infeliz de tomar lo ajeno y disfrutarlo bajo su nariz?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradezco tu comentario.